Las olas de calor son una amenaza para la salud y su impacto sanitario es reconocido internacionalmente, registrándose incrementos en la morbi-mortalidad. Según los registros históricos las olas de calor ocurridas en el verano 2013-2014 han sido particularmente intensas. Se propuso analizar y caracterizar la mortalidad durante las olas de calor del verano 2013-2014. Se realizó un estudio epidemiológico de tipo ecológico, comparando la mortalidad acaecida durante las olas de calor contra el promedio del mismo período para los años 2010-2012 (todos con ausencia del fenómeno). Se calcularon tasas de mortalidad general y específica según edad, sexo y causas de defunción, como también riesgos relativos. Durante el verano 2013-14, en la región del noreste, se registraron tres olas de calor; una en diciembre que afectó a Chaco, Corrientes y Formosa (6 días de duración); y las de enero y febrero a las cuatro provincias, con duraciones de 7 y 13 días respectivamente. Sólo en la ola de calor de febrero se observaron incrementos estadísticamente significativos en los riesgos relativos para: mortalidad general, mortalidad en sexo masculino (Chaco y Corrientes) y femenino (Misiones), en mayores de 60 años (Formosa) y en mayores de 80 años (Chaco). Las causas de defunción con significativo incremento del riesgo fueron las enfermedades isquémicas del corazón y las cerebrovasculares. Durante las olas de calor de diciembre y enero se hallaron leves incrementos en casos y tasas, sin significancia estadística. La mortalidad se vio incrementada durante la ola de calor de febrero de 2014 ocurrida en el noreste argentino. Estos hallazgos resultan de relevancia para la planificación de medidas sanitarias, a fin de adaptar los sistemas de salud a un escenario de clima cambiante.