December 17, 2024
December 17, 2024
La publicación busca llamar la atención de los líderes mundiales y tomadores de decisión para replantear las medidas de adaptación y mitigación frente a las sequías. Integrantes del SISSA participaron a través de la presentación de casos de estudio locales y la forma de abordarlos.
La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) y el Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea dieron a conocer el Atlas Mundial de la Sequía, documento que compila la información más acabada a la fecha sobre los impactos de este fenómeno en el mundo y advierte sobre la necesidad de un abordaje proactivo que aumente la resiliencia. “El Atlas Mundial de la Sequía desafía a los gobiernos, líderes empresariales y responsables políticos de todos los niveles a replantearse radicalmente su forma de tomar decisiones y gestionar el riesgo de sequía”, afirmó Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la CNULD.
En su introducción, la publicación señala que, impulsadas por la actividad humana, las sequías comienzan a volverse cada vez más frecuentes, intensas y de mayor duración. Cuestiones tales como los cambios de uso del suelo, la gestión del agua y el aumento de la población motorizan la extensión de las sequías a través del mundo, con riesgos cada vez más frecuentes para las poblaciones vulnerables, las economías de los países y los ecosistemas. “Las sequías afectan directamente a hasta 55 millones de personas cada año y se encuentran entre los peligros más costosos y mortales a nivel mundial”, afirma el reporte. Los sistemas como el suministro de agua potable, la agricultura, la generación de energía, el comercio y la navegación se ven en consecuencia afectados, al tiempo que la salud de los ecosistemas y los servicios que proporcionan se ve amenazada.
“Las sequías son uno de los peligros más costosos y mortales del mundo y van en camino de afectar a 3 de cada 4 personas en 2050. Sin embargo, muchos países y sectores siguen sin prepararse para ellas con las políticas, inversiones e incentivos adecuados”, continúa el Atlas. Adicionalmente, se expone que las sequías han aumentado un 29% desde el año 2000, a causa del cambio climático y a la gestión insostenible de la tierra y los recursos hídricos. En ese sentido, las Naciones Unidas consideran que la sequía provocada por la actividad humana representa hoy “una emergencia a escala planetaria», pero se señala que los riesgos de sequía pueden paliarse con medidas, políticas e inversiones adecuadas.
El Atlas Mundial de la Sequía comienza definiendo a este fenómeno, sus impactos y la necesidad de entender cómo afecta a las economías, los ecosistemas y las sociedades en general. Una segunda parte de la publicación está dedicada a analizar a los sistemas impactados por las sequías en cinco áreas clave: suministro de agua, agricultura, energía hidroeléctrica, navegación interior y ecosistemas.
En cuanto a la agricultura, se consigna que ésta representa alrededor del 70% del uso de agua dulce en el mundo, por lo cual se ve gravemente afectada por la sequía.
Fuente: Atlas Mundial de la Sequía.
La generación de energía hidroeléctrica es otra de las áreas sensibles, dado que la sequía provoca un aumento de los precios de la energía o bien cortes de electricidad, lo que puede perturbar el comercio internacional debido a que bajos niveles de agua dificultan el transporte por vías navegables interiores, como ha ocurrido con el Canal de Panamá.
El Atlas afirma que, si bien las sequías suponen una amenaza para los ecosistemas, “una mayor biodiversidad puede mitigar sus efectos, lo que significa que promover la biodiversidad es importante para aumentar la resiliencia a la sequía y viceversa”.
Por su parte, el capítulo 3 se centra en estudios de casos regionales y describe cómo la sequía se manifiesta en diferentes partes del mundo. Estos estudios muestran las mejores prácticas de diferentes regiones a través de 21 casos escritos principalmente por grupos de investigación de cada región, que ofrecieron sus perspectivas sobre eventos recientes y relevantes, sus impactos y lecciones aprendidas de las acciones de preparación y respuesta. Así, se ofrecen ejemplos geográficamente específicos y multisectoriales.
En ese capítulo colaboraron la integrante de la Unidad de Coordinación del SISSA, Carolina Vera, y el Coordinador de Investigación y Desarrollo del Centro Nacional de Monitoramento e Alertas de Desastres Naturais (CEMADEN), José Marengo. A través del artículo “Los enfoques proactivos pueden mitigar los impactos de la sequía de varios años. Brasil y la cuenca del Amazonas”, exponen cuatro casos de estudio en la cuenca del Amazonas, la severa sequía que afectó al noreste de Brasil, la megasequía en los Andes extratropicales y déficit de precipitaciones registrado entre 2019 y 2023 en la cuenca del Plata que derivó en una bajante extraordinaria de los ríos que alimentan a dicha cuenca.
En todos los casos descritos se destaca que, el contar con herramientas como las desarrolladas por el CRC-SAS a través de la iniciativa SISSA, significa un recurso que permite prever, planificar y avanzar en un enfoque proactivo frente a las sequías.
Fuente: Atlas Mundial de la Sequía.
En busca de aumentar la resiliencia a la sequía
En el Atlas se describen medidas y vías concretas para gestionar, reducir y adaptarse a los riesgos sistémicos de sequía y se subrayan los beneficios colaterales de estas acciones para los diferentes sectores involucrados.
Las medidas destacadas en el Atlas abarcan tres categorías: gobernanza (por ejemplo, sistemas de alerta temprana, microseguros para pequeños agricultores, sistemas de tarificación del uso del agua); gestión del uso del suelo (por ejemplo, restauración de tierras y agrosilvicultura); y gestión del suministro y uso del agua (por ejemplo, reutilización de aguas residuales, gestión de la recarga y conservación de aguas subterráneas).
La última parte de la publicación está dedicada a la adaptación y manejo de las sequías, buscando crear conciencia y llamar la atención sobre los impactos diversos, multisectoriales e interconectados, así como también mostrar soluciones para anticipar, prepararse y adaptarse a la sequía. “Si bien el riesgo de sequía está aumentando en todo el mundo, incluso en regiones que tradicionalmente no se asocian con sequías, los impactos no se sienten de manera uniforme”, advierte. La importancia de los planes nacionales de preparación, del trabajo interconectado y multidisciplinario y de la prospectiva frente a este fenómeno para aumentar la resiliencia son tan solo algunos de los aspectos tratados en esta sección y que sirven como conclusión para el Atlas.
Fuente: Atlas Mundial de la Sequía.